sábado, 29 de marzo de 2014

Respirador bucal

El respirador bucal (niño o adulto) tiene severas dificultades para respirar por nariz cuyas causas son muy diversas y en la primera entrevista podremos observar las siguientes situaciones:
  1. El paciente no utiliza la nariz para respirar porque la tiene obstruida por alguna causa de tipo orgánica.
  2. El sujeto no puede respirar por nariz debido a una causa de tipo funcional.
  3. La persona no tiene la nariz tapada, sin embargo, no la utiliza para respirar como consecuencia de un mal hábito.

  • Las causas orgánicas:
Son aquellas patologías que ocupan espacio, progresivas o estables y pueden ser uni o bilaterales como por ejemplo los pólipos nasales.

  • Las causas funcionales:
Son las responsables del aumento o disminución del volumen de la estructura de la nariz, dificultando en consecuencia el paso del aire como p. ej., la rinitis.

  • Los hábitos lesivos:
El sujeto tiene la vía aérea permeable pero no la utiliza debido a un mal hábito, situación que perdura en el tiempo y se adopta como normal desconociendo las consecuencias que esta conducta puede ocasionar. La succión digital, es uno de los hábitos más frecuentes que favorece la instalación de la respiración bucal.

Diversos son los factores etiológicos que impiden un adecuado fluir del aire a través de la cavidad nasal, no obstante, la hipertrofia de adenoides es la causa que se observa con mayor asiduidad en los niños.

  • Otras causas que motivan la respiración oral son:
Las desviaciones del tabique nasal, la hipertrofia de amígdalas, cornetes inflamados, alergia, sinusitis, infecciones periódicas de la vía aérea superior, asma, cirugías por fisuras labio-palatina, succión del pulgar, etc.

SINTOMATOLOGÍA:

El respirador bucal tiene características físicas y faciales típicas, aunque varían dependiendo de la antigüedad y el factor causal, hacia el cual debe orientarse el tratamiento logopédico. Los siguientes son signos característicos y posibles consecuencias de la respiración bucal:
  1. Estrechamiento de la arcada dentaria superior y del paladar.
  2. Alteraciones de la mordida: abierta anterior o lateral, cruzada, clase II, etc.
  3. Alteraciones en la masticación.
  4. Alteraciones de la audición (hipoacusias).
  5. Ronquidos nocturnos y babeo de la almohada.
  6. Aumento de las infecciones del aparato respiratorio.
  7. Habla imprecisa, con exceso de salivación y sigmatismo.
  8. Trastornos vocales: disfonías frecuentes y afonía (ausencia de voz).
  9. Labio superior hipotónico, inactivo y alto que deja ver los incisivos.
  10. Alteraciones de la deglución: lengua contra los incisivos inferiores, interposición lingual o labial, etc.
  11. Oxigenación cerebral inadecuada que ocasiona dificultades de atención, concentración y aprendizaje.
  12. Posición de la lengua en reposo baja y apoyada contra los incisivos inferiores o interpuesta entre éstos para facilitar la respiración.
  13. Labios en reposo separados, relajados, el labio inferior es fláccido y evertido, se deposita saliva en las comisuras labiales.
  14. Adaptación postural de la lengua en posición de reposo y durante la deglución, por la habilitación de un pasaje libre permanente que facilite la respiración.



IMAGEN DE LABIO SUPERIOR INCOMPETENTE: CORTO Y ALTO


LOS TRASTORNOS RELACIONADOS:

Existe una serie de alteraciones asociadas al problema respiratorio inicial entre los que destacan: los trastornos posturales, del comportamiento, alimentarios y del sueño. Se describen a continuación dos de estos trastornos a modo de ejemplo:

  • Los trastornos alimentarios:
El respirador bucal tiene la difícil tarea de comer y respirar por la boca al mismo tiempo, situación que suele generar una variedad de disturbios alimentarios. Por lo general, los niños prefieren las comidas blandas que se puedan deglutir fácilmente para poder respirar nuevamente, sin embargo, la prolongación de este tipo de alimentación retrasa el desarrollo de la función masticatoria.

Una de las características presentes en estos niños es según Leech el olfato alterado y frecuente asociación de disminución del apetito y de la función gustativa (Leech, 1958 citado en Lopes-Zambrana, 1998, 2003 cap. 7 p. 52).

Dichas alteraciones favorecen los trastornos en la alimentación y pueden darse las siguientes situaciones opuestas: El niño mastica mucho, se cansa y come pocas cantidades de alimento favoreciendo la delgadez. Por el contrario, el niño coloca excesiva comida en boca, mastica poco y traga rápidamente para poder respirar de nuevo, bebiendo abundante líquido para facilitar la deglución.

  • Los trastornos del sueño:
Para el respirador bucal dormir es una tarea difícil, porque la respiración oral además de ser incómoda suele provocar serios problemas durante el descanso: sueño agitado, ronquidos, tos seca, etc.
La lengua en posición de reposo protruye entre los dientes favoreciendo el babeo, además, la respiración oral actúa como un deshidratante laríngeo, situación que puede despertar al niño con sed a lo largo de la noche. Generalmente suelen amanecer cansados, irritables, con dolor de cabeza y somnolencia,síntomas que se ponen de manifiesto en las actividades de la vida diaria y el bajo rendimiento escolar

1 comentario:

  1. te falto por causas de frenillo labial y lingual cortos , pueden ser los dos o uno solo.

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